Ayer discutí con mi mujer. A pesar de ser coach, también discuto, me enfado, lloro y río como ahora ja ja ja!! 😉 Hay coaches que tienen aparcado el unicornio rosa en el garaje y flotan en nubes de algodón. Yo no soy de esos. Bueno pues eso, que discutí con mi mujer porque tocó un punto que debo de sanar dentro de mí. La educación de los peques. Ya te he dicho en varios correos que los hijos son nuestros mejores espejos. Son nuestros maestros que nos enseñan nuestra mierdas para eliminarlas de nuestras vidas. Y así hacer de esta algo mejor. Por esa razón, por lo que muestran, los niños lejos de unir una pareja la debilitan y rompen siempre y cuando uno de los dos no esté dispuesto a sanar sus mierdas y decida no enfrentarse a ese aprendizaje. Hoy doy gracias a la discusión de ayer no porque sea masoquista ( juro que no lo soy) si no porque decidí hace tiempo responsabilizarme de mi cambio y aceptar todos los aprendizajes, sin resignación. Todos los días aprendo algo sobre mí que tengo que sanar. mejorar, o disfrutar. En tu curro tienes ahora una oportunidad ( sin frivolizar) de echarle un par de pelot*s y sanar tus mierdas que te espejan tus queridos compañeros y jefes. No lo evites, aunque duela. Aprende y una vez aprendido decide qué hacer con tu vida. Lo que lloras hoy son mares que surfearás en breve. Lo dicho. Aquí me tienes
Mi exclusivo método escalera para dejar de buscar el trabajo ideal (que no existe) y empezar a disfrutar de lo que eres y haces ahora en este curro o en otro nuevo. Yo no ayudo. Yo meto patadas voladoras a tu profesión o trabajo. |