HAZ COMO TOM HANKS Y CONSIGUE TU META

Publicado por Óscar Modrego en

NAUFRAGO película del año 2000 es un film que puede acercarnos de manera bastante aproximada a lo que significa la figura del coach y a alguna de sus competencias.


Chuck Nolan el personaje interpretado por Tom Hanks pasa de ser un feliz directivo de Federal Express, FedEx,  a ser un naufrago en una isla desaparecida del océano, después de que el avión en el que viajaba sufriese un  fatal accidente en el que sólo sobreviviría él. 


El objetivo del naufrago Nolan es sobrevivir para inmediatamente después encontrar la manera de salir de la isla perdida y así poder volver a retomar su vida. 


Nadie preparó a este ingeniero de FedEx, para subsistir en una isla desierta. Nunca hizo ningún curso-taller de ¨Cómo construir balsas con restos de avión siniestrado¨. 


El caso es que, y sin ánimo de hacer spoiler, Hanks sobrevive y logra regresar a su vida en la civilización. Es decir logra su meta. 


Pero ¿Cómo logró su objetivo/meta? … contratando a un coach.


A lo largo de la película ¨las conversaciones¨ entre coach Wilson (la pelota) y el cliente Hanks son de lo más interesante y divertido del film.


Lo que ve Tom Hanks en Wilson es realmente a él mismo. La pelota es un espejo del naufrago. Es un objeto inmóvil e inservible  para  responder a las circunstancias con las que le acaba de sorprender la vida.

 
¿Qué hace un pelota en una isla desierta?. Así es precisamente como se siente el personaje interpretado por Hanks; Impotente, absurdo y totalmente descolocado, perdido sin saber que puede hacer o ni siquiera por dónde empezar. 
Pero a través de la figura imaginaria de coach Wilson, el naufrago Hanks, agudiza y amplia al máximo su conciencia, es decir amplia al máximo su capacidad de darse cuenta de lo que le rodea y de su relación con lo que le ha tocado vivir. Así empieza a recorrer el camino que le llevará a su salvación. 


Ampliando su conciencia Nolan va encontrando él mismo respuestas satisfactorias e imprescindibles para seguir adelante y tomar decisiones más fructíferas, ya que le aproximarán a su objetivo; Salir de la isla, con vida.


Por otro lado y siguiendo con el genero cinematográfico, vamos a ver como a pesar de la correspondiente FORMACIÓN (desgraciadamente todavía no reglada) que debe ostentar un COACH QUE SE PRECIE, este, no es algo parecido a Yoda, -el maestro de los maestros de la fuerza- De la archiconocida – Guerra de las Galaxias- de George Lucas. 


Es decir el coach, no tiene respuestas a todo. Es más no le hace falta, ya que el verdadero YODA de nuestra película, atención, el maestro de maestros; es el cliente, es decir tú. Sólo tú sabes mejor que nadie, todo lo que necesitas para conseguir tus metas, aunque no seas consciente de ello. 


Pero tranquilo, para eso de aumentar la conciencia está el coaching, para ayudarte a darte cuenta de todo lo que hay a tu alrededor y así descubrir por ti sólo las  respuestas que hay dentro de ti.


El coach debe de ser un maestro en reflejar ese YODA interior del cliente y que este lo vea claro y nítido. !Ahí está la fuerza del verdadero coach!!Ahí está la verdad del coach! Pero ¿Cómo reflejar el maestro que lleva cada cliente en su interior? ¿Cómo hacer qué el cliente encuentre sus respuestas que lleva dentro? 


Y la respuesta es la siguiente; Poniéndose a total disposición del cliente, oséa de ti. 


Gracias a sus conocimientos como coach y a su continua formación, en materias muy útiles como; Inteligencia Emocional, Mindfulness, PNL, Eneagrama,…, el coach posee herramientas y capacidades que le ayudan a que el cliente logre  aumentar su conciencia para descubrir lo que busca por él mismo. 


Un dato a compartir que me parece básico para saber más sobre el coaching es la experiencia empírica.  Ya que si la formación es indispensable, considero que la experiencia es imprescindible. Lo explico a continuación a que me refiero con eso de la experiencia empírica.


Para acompañar en el camino de cada cliente el coach ha debido de hacer su propio viaje interior para conocer sus luces y sus sombras. Tiene que conocerse. Saber gestionar sus emociones. Ser consciente…. y vivir el COACHING en primera persona. Esto, junto a una vida repleta de aprendizajes, es para mí la experiencia empírica.


 Para mí, ser coach, es una forma de vida y no sólo profesional. Constituye  parte de mi personalidad,  y logra sacar de mí, mi mejor versión.  Por eso adoro todo lo que me está enseñando el coaching.

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