Al principio te hace flotar, te hace verlo  todo con el prisma de la positividad. Ves la luz y no la sombra. 

Respiras a fondo y te sientes vivo

 ¡Te vuelves imparable!

( Pon música de “Luz de Luna” serie de los 80 que dio a conocer a Bruce Willis)

Pues bien, con el tiempo esa pasión amorosa y ardiente disminuye su intensidad. 

Sigue la llama pero no quema.

Es la fase de la convivencia. 

En donde cuando ves que tu pareja no es tan idílica como la habías dibujado en tu cabeza.

Se acabó la novedad y las aventuras en el cine.

Y después viene la suegra, los niños, los problemas en el curro,… 

Aquí la llama está bajo mínimos y es cuando vas en piloto automático tratando de ir superando los charcos de la relación. 

¡Abundantes por cierto!

Y es aquí cuando más te preguntas;

¿Y si me divorcio? 

¿Y si rompemos la relación?

 A partir de aquí cada uno evalúa y decide lo mejor opción.

Lo mismo te pasa en tu trabajo cuando la motivación brilla por su ausencia. 

Cuando esa llama ya no quema ni ilumina es cuando te dices;

 -“Ya no aguanto más. Me quiero ir de aquí. ¡Estoy harto de mi trabajo!”-

Y al igual que haces o has hecho con tu pareja tienes que decidir qué es lo mejor.

 Y es cosa tuya. ¡No ignores tu responsabilidad!

– 1 Irte hoy mismo.

– 2 Buscar otro trabajo e irte cuando aparezca

– 3 Hacer lo mínimo en mi curro.

– 4 Dejar de quejarme sino pienso hacer nada por cambiar mi situación

– 5 Tratar de agotar todas las vías: 

* Fomentar las conversaciones necesarias.

* Crear nuevas posibilidades desde tu puesto

* Acotar mi trabajo y empezar a priorizar mi bienestar personal.

* Tratar de promocionar en mi empresa.

* Cambiar de departamento.

* Cambiar circulo social en el trabajo

*…

Todas las opciones son buenas,  siempre y cuando seas tú él que tome la decisión libremente.

A falta de motivación la disciplina te empujará a tomar decisiones y a ser firme con lo decidido.

A partir de ahí se asumen las consecuencias y comienza tu cambio personal.

Sólo así lograrás eliminar  de tu vida la sensación de estar harto y recuperarás tus ganas, pasión y por supuesto motivación personal.

La vida se encargará del resto. 

Pero para eso tienes que ponerte en marcha y tomar decisiones