🥷🏻NO CONCIBO TIRAR LA TOALLA

Publicado por Óscar Modrego en

🥷🏻NO CONCIBO TIRAR LA TOALLA


¡En otra vida yo curraba en la TV!


Como reportero me tocó ir por toda España cubriendo todo tipo de noticias, sobre todo de sucesos.


Un día de estos te contaré las lágrimas que he soltado después de ver lo que he visto y vivido.


En fin…


Un suceso que recuerdo con bastante claridad fue el de un puente que se derrumbó de golpe, mientras lo estaban reparando.


En su caída atrapó a varios trabajadores.



En mis tiempos el reportero contaba con sus recursos para contar la noticia en directo, sin ningún tipo de apoyo tecnológico, informático o móvil de quinta generación. ( comentario de abuelo cebolleta)



El caso es que había que explicar de manera gráfica y visual ( era la TV) cómo se había derrumbado el puente.



Por no hacértelo largo, tiré de mi imaginación e improvisé con unas piedras que tenía en el suelo.



“Construí” una maqueta con esas piedras ( más o menos y de aquella manera) y reproduje la caía del puente.



Fue algo distinto.


Fue diferente.


Puede que hasta ridículo.


Pero era algo que sólo hice yo.


Funcionó tan bien que recibí muchísimas felicitaciones.


Me apoye en mis recursos, en mí, para sacar todo lo mejor que podía mi trabajo.


Podía haber salido como el c*lo pero no fue así.


Desde entonces me arriesgo a confiar totalmente en mis recursos.



Y por lo tanto en mí.



Me he ganado mi propio respeto y cariño.

Confío en mí.



En mí tengo la posibilidad de enfrentarme a cualquier situación adversa.



No concibo tirar la toalla.




Óscar Modrego

Tengo 52 años y dos hijos; Mateo de 8 años y Julia de 5. Sí. Soy mayor para ser padre de dos hijos tan pequeños. Mi trabajo no me dejó tenerlos antes. ¡Lástima no haberlos tenido más joven! Pero es lo que hay y lo acepto feliz. He trabajado en Telecinco, Antena 3, Telemadrid, EsRadio, Cadena SER, la COPE,… Llegué a dirigir el gabinete de la Vicepresidencia del Senado durante tres legislaturas. Me ha tocado reinventarme. Empezar desde cero y completamente arruinado. Me ha tocado bailar con el demonio en el desierto de la nada, tentado por pasar líneas éticas y morales. Aprendí lo importante del respeto propio, de la autoestima,… He tenido socios,… He vivido para trabajar. Ahora vivo y también trabajo. Aprendí la diferencia entre lo importante y lo urgente

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